Enero y belleza.

Mes de dietas y gimnasios. Mes de rutinas y medidas impuestas…¿Dónde queda aquello de quererse a si misma?

El patriarcado es aburrido porque impone, no genera un ambiente donde podamos desarrollar nuestras capacidades físicas y psicológicas como personas. Impone el rol de la mujer, su rol en los espacios privados, la actitud que esta tiene ante la vida, el trabajo de cuidados y la brecha salarial, qué hacer para ser una mujer de bien. Impone frustración.

En esta época, donde se nos fuerza a dietas y gimnasios, de cara a “la operación biquini”. Nos fuerza a luchar por optar a ese tipo de cuerpo de mujer impuesto por la sociedad y manipulado por el photoshop. Como es biológicamente imposible, nos impone la frustración. Si mi pie calza un 39, por mucho que adelgace seguirá siendo un 39 ¿no?; si mi constitución muscular o la forma de mis caderas es así, ¿Qué hacemos?. Existen muchos tipos de cuerpos, todos igual de bellos.

El patriarcado es aburrido y soporífero. Es incapaz de generar inquietudes o actitudes que vayan más allá de algo superficial y material. Como mujer en pleno derecho, deseo un ambiente donde pueda mostrarme en todo mi ser, donde poder retarme y aprender de todo lo que me rodea. Quiero curiosidad, quiero aprender, quiero retos y quiero salir de mi zona de confort.

¿Por qué este sistema nos fuerza a comenzar el año a dietas y gimnasios? ¿Por qué no busca la forma de crear hábitos y comidas saludables? ¿Por qué tu lista de propósitos sólo tiene que centrase en cuestiones superficiales?. Desde que aprendí a mirar la realidad con mis “gafas moradas”(y estoy en constante aprendizaje), los propósitos de año nuevo pasan por el siguiente filtro:

Ten confianza en ti misma, cree en ti.

Así que inventa, crea, aprende; hazlo continuamente. Eso, amiga mía, es el feminismo. Es la forma de empoderarte como mujer. Haz lo que quieras, sin pasar por el filtro del sistema patriarcal.